¿Por qué el autocuidado es un imperativo ético y no sólo un lujo?

Esto puede resultar bastante obvio cuando nos paramos a pensarlo, pero a menudo la necesidad de hacer las cosas y atender a las personas que nos necesitan, nos hace decir demasiados síes y pocos noes. Cuando estamos quemados, estresados, abrumados, yendo de una cosa a otra... cometemos errores, causamos daños innecesarios al movernos demasiado deprisa y no atender a las relaciones con suficiente cuidado, o actuamos demasiado deprisa sin ver las consecuencias negativas.

Me he dado cuenta de que ahora que la mayoría de mis relaciones se llevan a cabo en el mundo virtual, no tengo el tiempo de viaje de una cita a otra que solía darme un poco de espacio para ralentizarme y contemplar, ya que puedo programar reuniones sin pausa entre ellas. No había sido consciente de todo lo que ocurre cuando tengo un poco de espacio vacío (aunque sólo sean 5 minutos). En ese espacio, las cosas que creía que tenía que hacer pueden olvidarse o dejarse en manos de una persona más adecuada. En ese espacio, hay lugar para la tan necesaria creatividad.

El autocuidado, un imperativo ético

El autocuidado es más que dormir lo suficiente. El autocuidado incluye espacio. Incluye algún tipo de lo que yo llamo "tiempo theta" para que mi cerebro descanse. Mi tiempo theta viene de hacer rompecabezas (algo que solía pensar que era una pérdida de tiempo), y del tiempo en la naturaleza para realinearme con los ritmos orgánicos de la natural natural. Hace poco leí que una persona media pasa apenas un 10% de su tiempo al aire libre. Creo que yo paso incluso menos que eso, por desgracia. Y qué triste desconexión. Uno de mis propósitos para el año que viene es recargar más mi energía personal conectando activamente con la naturaleza y la belleza.

Cedro

Artículos relacionados

Respuestas

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.