El poder de la pereza, por el Dr. Cedar Barstow
Me viene a la mente la imagen de un perezoso cruzando lentamente una alambrada tendida desde nuestro hotel hasta el restaurante, con un cocotero en el que meterse. Estábamos en Costa Rica, donde los perezosos se llaman perezosos. Como en los dibujos animados Zootopia, este perezoso se movía despacio, muy despacio, extremidad a extremidad....misión cumplida... sin prisas. Esta escena me hizo pensar en mi vida de prisas, prisas, prisas, a merced de mis listas de cosas que hay que hacer. Mis listas a menudo están a cargo de mí en lugar de que yo esté a cargo de la lista. Me apresuro a hacer algo para quitarlo de la lista, aunque no lo haga con cuidado o con la debida previsión. Mi rastreador de listas incluso tiene un unicornio arco iris que vuela por la pantalla cuando termino una tarea. ¿Te sientes identificado?
Así que, reflexionando sobre esta vida de prisas (no es la primera vez), soy consciente de que si me dejo guiar por mi energía y mi interés en lugar de por mi lista, las cosas que me habrían obligado a hacer se vuelven en realidad más fáciles y a menudo me llevan menos tiempo. Puedo plantar una semilla en mi mente (como un artículo que escribir, o una persona con la que contactar, o un problema que resolver) y luego esperar a que la respuesta brote casi sin esfuerzo mientras me ducho o conduzco a algún sitio o doy un paseo. Menos esfuerzo, más placer.
El poder de frenar. Como los halcones surfean el viento, el poder de aletear menos y planear más.
Meme: En anexo separado

Respuestas